Los Hornos denunció a la policía el robo de un chivo que tenía en su casa. La investigación les permitió antes de medianoche allanar una vivienda donde hallaron el animal carneado y demoraron al supuesto autor. Más tarde, trascendió en medios locales que el hurto fue para pagar una apuesta perdida por el partido River – Boca.

¿Para pagar apuesta?

Los medios locales, entre ellos Radio Municipal y Radio Génesis, informaron hoy de un inusual caso. Aseguraron que un hombre fue detenido luego de que le comprobaron la autoría de la sustracción de un ejemplar caprino con el fin de pagar una apuesta perdida devenida del clásico entre River Plate y Boca Juniors.

Según las publicaciones, que confirmaron a LA ARENA fuentes policiales, todo se inició en la noche del domingo a pocos minutos de haber terminado el partido. Un vecino del barrio Los Hornos denunció en la comisaría departamental la sustracción de una chiva que tenían de mascota en el patio.

Las investigaciones policiales lograron acceder a información que les permitió en forma rápida hacer un allanamiento en otra unidad habitacional del mismo barrio. En el procedimiento, realizado a las 23,30, lograron recuperar carne que suponen son del animal faenado, y demoraron al morador. El hombre, tras las actuaciones de forma, recuperó la libertad en horas de la madrugada a disposición de la Justicia.

Verdad o ficción.

Las publicaciones de los medios de difusión de 25 de Mayo aseguraron que “apostaron un chivo por el superclásico y quien perdió fue a carnear el animal apenas terminó el partido”.

Sin embargo, una mujer usuaria de las redes plasmó un mensaje en el posteo de la noticia en un medio digital, que le da otro sesgo a la información.  “¿Porqué  ponen que apostaron un chivo? ¡Si eso no fue así! Mi nieto tenía de mascota esa chivita la criaron de bebé, y este pibe S.V.,  pasó, la vio en el patio, la robó y la carneó. Hay que informarse bien”, los retó.

Sin dudas, ésta situación de dualidad de realidades que plantean los medios y la vecina sobre la suerte que corrió el ejemplar caprino, poniendo en duda la veracidad de la intención de haber delinquido para pagar una apuesta que perdió, quedará en el anecdotario veinticinqueño casi a la altura de la del gol que no fue a instancias del VAR.