LOCALES
30 de junio de 2019
Si me obligan a venderlo a 60 pesos con ese sobreprecio voy a organizar un sorteo de un auto a fin de año…
El comerciante victoriquense Jorge Escobedo rechazó las acusaciones de dumping en su contra y afirmó que no dará marcha atrás con su emprendimiento.
No lo pudo inaugurar el viernes porque al incorporar una nueva actividad debe reempadronar su negocio en el municipio. Estima que para el miércoles o jueves próximo cumplimentará el trámite para después comenzar a vender los productos sociales.
Luego de escuchar las declaraciones del presidente de la Cámara de Panaderos, Eduardo Duscher, reflexionó: «Hablan con la panza llena». Le llama la atención que «en Santa Rosa hay lugares donde se vende el pan a 35 pesos y 45 pesos y nadie dice nada. Siento que no están a favor de la gente». A su juicio «la libertad de comercio debería respetarse».
No quiere convertir su decisión empresarial en un conflicto. «Si finalmente me obligan a venderlo a 60 pesos con ese sobreprecio voy a organizar un sorteo de un auto a fin de año; pero por qué los vecinos deberían pagar de más si a mí me deja ganancia», expresó.
«Quiero que entiendan que estoy a favor del consumo. Es fácil hablar con la panza llena. Realmente me hubiese gustado que los panaderos se juntaran y acordaran vender determinados kilos de pan a la gente de escasos recursos a un valor social. Esa debería haber sido la noticia. Como no sucedió quiero elaborar un pan amable y solidario para que no falte en las mesas familiares», finalizó en diálogo con LA ARENA. «Hablan con la panza llena».
El comerciante victoriquense Jorge Escobedo rechazó las acusaciones de dumping en su contra y afirmó que no dará marcha atrás con su emprendimiento. No lo pudo inaugurar el viernes porque al incorporar una nueva actividad debe reempadronar su negocio en el municipio. Estima que para el miércoles o jueves próximo cumplimentará el trámite para después comenzar a vender los productos sociales.
Luego de escuchar las declaraciones del presidente de la Cámara de Panaderos, Eduardo Duscher, reflexionó: «Hablan con la panza llena». Le llama la atención que «en Santa Rosa hay lugares donde se vende el pan a 35 pesos y 45 pesos y nadie dice nada. Siento que no están a favor de la gente». A su juicio «la libertad de comercio debería respetarse».
No quiere convertir su decisión empresarial en un conflicto. «Si finalmente me obligan a venderlo a 60 pesos con ese sobreprecio voy a organizar un sorteo de un auto a fin de año; pero por qué los vecinos deberían pagar de más si a mí me deja ganancia», expresó.
«Quiero que entiendan que estoy a favor del consumo. Es fácil hablar con la panza llena. Realmente me hubiese gustado que los panaderos se juntaran y acordaran vender determinados kilos de pan a la gente de escasos recursos a un valor social. Esa debería haber sido la noticia. Como no sucedió quiero elaborar un pan amable y solidario para que no falte en las mesas familiares», finalizó en diálogo con LA ARENA.
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