En la tarde de hoy se concretó una conferencia de prensa convocada por plataforma Zoom donde Paola Contreras, mamá de una de las niñas víctimas de Gonzalo Escobar, reveló que presentó una denuncia ante el Colegio de Abogados de la Provincia de La Pampa contra los defensores del Profesor de Baile, quien fue condenado a 20 años de prisión.

Durante la conferencia de prensa, la mamá de una de las víctimas, leyó un documento al que accedió La Reforma donde detalla que “El 22 de Marzo del corriente año presenté ante el Colegio de Abogados y Procuradores de La Pampa una denuncia hacia dos de sus colegiados, abogados defensores del abusador de mi hija. El fin de la misma es que sea investigado y sancionado como corresponde, el accionar de ambos profesionales dentro de la instancia de Debate Oral”.

El pedido de la mamá, Paola Contreras, se basa en los argumentos que fueron expuestos por los defensores donde recalca que “tuve que presenciar cómo intentaron culpar a mi hija de 11 años para quitarle responsabilidad a su abusador”.

En concreto, en un pormenorizado escrito, la piquense, revela que en la denuncia presentada ante el Colegio de Abogados solicitó que se “evalúe el accionar de estos abogados y consideren una sanción acorde a los daños causados”.

El pedido de la mamá se fundamenta en razón de “lo que viví dentro de la sala judicial”, sobre lo cuál además resalta que “es solo un ejemplo de lo que tantas mamás protectoras deben pasar mientras buscan un poco de paz y reparación en la justicia”.

Contreras detalló en el texto emitido que “estoy hoy frente a todos defendiendo los derechos de mi hija que fueron absolutamente vulnerados por la defensa a niveles inimaginables. Y en nombre de las mamas que enfrentaron estos procesos y quedaron devastadas y sin fuerzas. Por todas las niñeces que se vieron destruidas doblemente por un sistema que se tapa los oídos ante discursos machistas que ya no toleramos más”.

Además de explicar los motivos de la conferencia de prensa, la piquense también leyó algunos párrafos de la denuncia y los argumentos expuestos ante la entidad que nuclea a los Abogados en nuestra provincia, los cuales transcribimos a continuación:

“Tuve que presenciar cómo intentaron culpar a mi hija de 11 años para quitarle responsabilidad a su abusador, tuve que enfrentar las sonrisas y miradas arrogantes de los abogados defensores mientras prestaba mi declaración ante el tribunal, así como también a lo largo del debate. Estamos hablando de niñas violentadas, de mamas destruidas, de daños irreparables; estamos hablando de discursos y acciones machistas que aún están impregnados en el seno judicial, que pasan desapercibidos por quienes están dentro y que impunemente siguen instalados y son llevados a cabo por profesionales como dichos abogados.”

“La defensa integrada por los dos colegiados dijo que coincidían en que la edad biológica de mi hija era de 11 años pero que en Cámara Gesell todos vimos que estábamos ante “una niña que parece más grande” incluso “hasta más grande que las demás” (haciendo referencia a los demás casos). Dijeron también que era una niña con “características bastante particulares” para su edad, que “carecía de referentes afectivos”, algo nada más alejado de la realidad pero como si todos estos fueran motivos para abusar sexualmente a una niña, como si la victima fuera responsable, como si una niña fuera la culpable de su abuso. Utilizaron la palabra “pizpireta” peyorativamente para calificarla al mismo tiempo que argumentaban que no era una “niña para nada sumisa”. Hablaron de maduración biológica para poner en duda si una niña podría haber prestado su consentimiento para relacionarse sexualmente con un adulto, mencionaron los “celos hacia su abusador” cuando claramente el poder de captación que había ejercido el imputado para con sus víctimas era innegable. Repudio, dolor, impotencia, daño irreparable, todo eso produce lo que estos dos hombres hicieron y dijeron.

También para la defensa fui responsable del abuso hacia mi propia hija y parecerá su tarea tratar de demostrar que así es, pero no puede ser “gratis” violentar a una mujer, a una mamá, a una niña víctima de abuso justificando que es su trabajo. Porque aunque no se encontraba presente, violentaron a mi hija delante de mí, la desprestigiaron, violaron sus derechos como niña y los míos como mujer. Dijeron mil veces “la madre” en tono acusador dejando en claro que la única estrategia utilizada por la defensa era violentar, agraviar, culpabilizar y desprestigiar a las víctimas y sus familias.”

Por último, la mamá de la víctima de 11 años, resalta en el escrito que “esto me pasó a mí, le paso a mi hija, pero le pasa a cada mamá y víctima de abuso sexual en las salas judiciales”.

Al tiempo que solicita que “debe dejar de normalizarse la violencia desmedida por parte de los abogados defensores que se escudan en su profesión para vulnerar derechos de niñas, niños, adolescentes y mujeres que en la búsqueda de justicia solo encuentran re victimización y más daño”.

Paola Contreras también hace referencia al sistema judicial y lamenta que “piden que las víctimas se animen a denunciar pero tenemos un sistema que escucha, permite y tolera todavía este tipo de atrocidades. En el discurso se habla de proteger a las víctimas y a sus familias, de políticas de genero para evitar la re victimización, de avances en los fallos con perspectivas de género, entre tantas otras cosas, pero en la práctica siguen permitiendo que personas como estos dos abogados sigan libremente y a un nivel espantoso, violentando, maltratando y riéndose de las victimas dentro de las salas judiciales”.

Sobre el final del comunicado leído, Contreras especifica que “queremos pedir en primer lugar, a quienes integran el sistema judicial que dejen de sostener y permitir estos discursos que tanto atrasan y destrozan. Que deje de ser gratis e impune deshonrar y dañar las niñeces, violentar a las mamas protectoras, atacar y culpabilizar mujeres de sus propios abusos”.

En cuanto al Tribunal de Ética que integra el Colegio de Abogados y Procuradores de la Provincia de La Pampa, la denunciante pide que se “evalúe el accionar de estos abogados y consideren una sanción acorde a los daños causados, entendiendo no sólo la peligrosidad de su permanencia dentro de las salas judiciales frente a víctimas y familias víctimas de abusos y violencia, sino también que cualquier daño causado de ahora en adelante será responsabilidad de todos los que avalan y apoyan este tipo de defensa libre de sanciones y consecuencias”.