Hace un año y un mes el Coronavirus llegó a las existencias humanas para romper todo. Para dañar a cada paso. El mundo no fue el mismo desde ese momento y los infectólogos más prestigiosos del país se pelaron en diálogos, reportes cruzados y estudios, para llegar a una conclusión homogénea: la manera de frenar el ataque del virus es con cuidado.

Se dijo y se comunicó hasta el hartazgo que, mientras el mundo corría la carrera más rápida contra la vacuna, había que respetar una distancia mínima de dos metros, ventilar los espacios cerrados y usar tapabocas.

La Pampa tuvo sus períodos de preocupación. El primer brote de Intendente Alvear, el miedo en el barrio Atuel de Santa Rosa, luego Catriló, Guatraché y el aumento de casos, que preocupó, en el pico de la pandemia en pleno invierno. Todos rogaron por la llegada de la primavera, para recuperar una nueva vida y darle circulación al motor de la economía. Con protocolos y mucho respeto, los negocios volvieron, la gente salió de sus casas, respetó esos mandatos provinciales y empezó a moverse.

Poco a poco el deporte tuvo su vuelta. Que fue paulatina y muy trabajada. Se cruzaron protocolos, hubo muchas reuniones con las federaciones, las asociaciones, los mismos deportistas y el gobierno, para atravesar en conjunto esta pandemia.

Volvió el atletismo, el ciclismo, el básquet reducido, el vóley reducido, los gimnasios, el tenis demoró pero finalmente volvió, y así todos y cada uno de los deportes. En líneas generales y salvo en casos puntuales donde hubo que hacer un “pare y siga por boxes”, todo funcionó muy bien.

En La Pampa el Torneo Federal de Básquet, que tiene la participación de tres equipos (Ferro de Pico, Club Juventud Unida de Alpachiri y All Boys de Santa Rosa), el público acompaña noche tras noche pero respetando los límites aprobados. Es una de las provincias en donde se permite la asistencia. Lo mismo ocurre con el torneo Provincial. No solo se respeta el límite de asistencia, sino que cada espectador concurre con su tapabocas exigido. Todo bien por ahí.

¿Qué ocurre con el fútbol? Tres semanas atrás la Liga Cultural se puso en marcha, después de un año sin campeonato Oficial, con lineamientos puntuales. El Estado pampeano, apelando a la responsabilidad social y con un costado muy benévolo que en otras provincias no existe, decidió habilitar la asistencia a los espectáculos deportivos en los aforos. Con limitaciones de 200, 280 y 400 personas en lugares abiertos dependiendo de los escenarios.

Tras dos fechas, y entendiendo lo que ocurría, el subsecretario de deportes de la provincia, Ceferino Almudévar, convocó a una reunión por zoom con delegados y dirigentes de los clubes que participan de la Liga. Lo hizo con preocupación una vez que tuvo en la mesa el informe de cómo fue el comportamiento de varios clubes.

“Entendemos que el protocolo puede gustar o no, pero es consecuente con los tiempos que corren. No se están pidiendo cosas irrealizables, y debemos entender que su cumplimiento es lo que nos permitirá transitar el camino hacia la vuelta de un fútbol sin restricciones, que es lo que todos queremos”, dijo Almuévar.

En las últimas horas La Pampa recibió un salto de 10 puntos en la positividad con los casos. Ese alto índice con 246 casos positivos ayer, disparó la alarma también por los comportamientos de los espectadores.

De acuerdo a un relevamiento realizado por un comité dedicado exclusivamente a seguir los comportamientos en los estadios, en algunos casos no se respetó el límite acordado e ingresó más gente de lo previsto. Lo que fue más grave aún es que esa gente no respetó el distanciamiento social y miró los partidos sin tapabocas.

"Bernasconi y otros clubes del sur han optado por incorporar la voz del estadio que va advirtiendo los espectadores que respeten el protocolo. Estamos entrando en la segunda ola y es fundamental respetar esos protocolos para no tener que llegar a la suspensión. No queremos llegar a la situación extrema de suspender o clausurar por eso insistimos en que se cumplan las normas" aportó el funcionario en Radio Kermés.

El domingo en General Pico también se puso en marcha la Liga Pampeana. En uno de los partidos, Pico Football venció 1-0 a Cultural Argentino por la Zona Centro. Y en ese juego una imagen es la pintura de todas las palabras: una tribuna repleta de público, sin tapabocas y uno tras otro.

Este viaje a contramano del esfuerzo que ha hecho el Estado por generar ámbitos de respeto para convivir en esta nueva normalidad, en el fútbol, no es suficiente. General Pico, la ciudad en donde se desarrolló el encuentro, fue ayer lunes la ciudad con más casos registrados en la provincia. Y la pregunta sobrevuela el ambiente. ¿No sabían los dirigentes y los hinchas del Decano cuáles eran las normativas para asistir a un encuentro? Lo mismo ocurrió en Toay, con muchas personas sin tapabocas incumpliendo los lineamientos básicos sugeridos para asistir a un encuentro de fútbol.

La preocupación de este tipo de comportamientos del público, similar a los encuentros clandestinos para celebrar fiestas, comer asados y charlar de la vida como si nada pasara, llegó hasta el propio Gobernador Sergio Ziliotto por la irresponsabilidad de muchas personas, también, las que están vinculadas al mundo del fútbol doméstico.

En este ámbito Almudévar advirtió que la suspensión de las actividades es una opción si desde las instituciones no se comprometen con las medidas de distanciamiento social.